domingo, 6 de noviembre de 2011

CARLOS ECHAZARRETA "EL PAYADOR ENTRERRIANO"

Amigos/Amigas: En el transcurso de este año estuve trabajando sobre el material literario, periodistico y fotográfico del gran payador entrerriano Carlos Echazarreta (1905-1956); 3er título de "Mandrágora Porteña" colección que dirijo y pertenece a la editorial Milena Caserola. En este libro podrás encontrar un sinfin de Décimas, cartas manuscritas de Atahualpa Yupanqui, Carlos Vega, Martín Castro... Prólogado por el historiador Roberto Selles y el payador José Curbelo.

miércoles, 15 de junio de 2011

REPORTAJE AL LETRISTA DE TANGO MATÍAS MAURICIO

Amigos/Amigas:
Comparto con ustedes una pequeña conversación junto a Nolo Correa en su programa de TV "Por el tango".

lunes, 14 de febrero de 2011

Nuevos Tangos y valses

Amigos/Amigas: Les acerco los videos de los tangos y valses que vamos trabajando en conjunto con la nueva generación de tangueros y artistas que se animan a interpretar las obras de los autores contemporaneos. El puño en alto por la renovación de nuestra música ciudadana!!! Solo vive lo que continua!!!

"Un cielo y un jazmín" vals (Acuña-Mauricio) interpretado por Carlos Rossi.
"Capullo de miel" vals (Arias-Mauricio)"Juan sin cielo" tango (Arias-Mauricio) interpretados por Marisol Martinez y la Orquesta Típica Misteriosa Buenos Aires.


jueves, 25 de noviembre de 2010

EL HOMBRE GRIS DE BUENOS AIRES

Amigos/Amigas: El 15 de octubre se conmemoró el centenario del poeta "Julián Centeya" y he tenido la suerte de homenajearlo por partida doble (justamente) en la Academia Porteña del Lunfardo, de la mano de el gran periodista, poeta y "gomía" Roberto Selles, allí leí una pequeña biografía que escribí para "El hombre gris de Buenos Aires" que pronto se editará en Francia. Acá les dejo el comienzo de la misma.



EL HOMBRE GRIS DE BUENOS AIRES
Por Matías Mauricio.

Para la libreta de enrolamiento y la mufa de los tramiterios baratos fue; Amleto Enrico Vergiati, nacido el 15 de octubre de 1910 en Borgotaro, Parma, Italia. Para Buenos Aires es; Julián Centeya.
“Del treinta y tantos es mi nombre. Me lo puse y me quedó, me lo creí y lo vivo”. Así comentaba su refundación, este hombre que siendo ‘tano’ de origen, supo ser más argentino que un litro de ‘Legui’ aullando en los abismos de la garganta. “De noche me pongo la chalina del viento y camino esta ciudad que prepotentemente hice mía, porque a mí me parió Buenos Aires”. Se dice que antes de ser Julián Centeya, anduvo remontando esquinas bajo los seudónimos: Enrique Alvarado, Juan sin tierra, Shakespeare García, Willam Pérez, entre otros.

Hagamos un poco de historia.
Su padre, periodista del diario Italiano ‘Avanti’ de ideas y actividades anarquistas, se ve obligado a huir del régimen fascista por lo que a mediados de 1922 la familia Vergiati se embarca en el ‘Conte Rosso’ y recala en Buenos Aires “nos vinimos hasta con el perro, porque ni siquiera el perro le quisimos dejar a Mussolini”. Luego de un paso por la provincia de Córdoba donde la familia prueba suerte, deciden volver a Buenos Aires específicamente al barrio de Saavedra para después trasladarse a Parque Patricios. Desde entonces, este ‘tanito’ con apenas 12 años comienza a forjar su mitología de faroles y borrachos, zanjones y potreros, calles y portones descascarados donde siempre hay una piba esperando a su Romeo que generalmente nunca llega.
En su adolescencia estudia en el Colegio Nacional ‘Bernardino Rivadavia’, “mi profesora de taquigrafía, la señorita Araujo, era una mina posta… me gustaba verle el andar cuando se iba”, pero cuando lo mandaban a la clase de Educación Física en la Costanera, se escapaba como una boa de barro para incursionar en ‘la noche del Bajo’, en cafés y piringundines de mala fama —especie de telaraña de miel— para todo tipo de personajes, como ser: curdas, giles, chorros, suicidas, mendigos, perros vagabundos y por supuesto esas estrellas caídas de la noche, es decir: las prostitutas. “Ahí conocí la otra cara de la ciudad” y ahí revoleó su ‘cuore’ a la jaula de los leones y que ‘el barba’ lo ampare.
Pronto decide ir a vivir solo y elije Boedo “mi origen está en la cuatro esquinas en cruz de Boedo y Chiclana”.
En esos años de bolsillos flacos que solo saben guardar alguna miga de pan, alguna bolita lechera o esa —codiciada por todos— la de siete piques; cruza amistad con otros dos ‘bardos’ suburbanos; hablo de Homero Manzi y Cátulo Castillo; vale poner sobre el paño la anécdota donde la ‘yuta’ quiere desalojar a Centeya de su casa (historia que se repite a lo largo de toda su vida) “un día llamaron a la puerta de casa, salió la pobre Gori (su esposa) y se encontró con un oficial de justicia que le mostró la orden de desalojo… ¿Qué hice? Lo fui a ver al secretario del juzgado y le dije – ¿Usted me juna a mí? Esta ciudad no la fundaron ni Mendoza, ni Garay. A Buenos Aires la inventamos Homero Manzi, Enrique Santos Discépolo y yo. Yo soy Julián Centeya… El tipo se sonrió y me pedió que le escribiera la defensa en ‘sover’ así al ‘vesre’…”.
Sus primeras travesuras poéticas dan como resultado versos sencillos, coplas sueltas para las murgas de barrio; de ahí sacará unos mangos para pagarse el puchero. Así ‘El hombre gris de Buenos Aires’ (como también se lo conocía) se quema las pestañas al descubrir la poesía proletaria del grupo Boedo al mando de tipos como: Elías Castelnuovo, Nicolás Olivari, Álvaro Yunque, Roberto Mariani, Raúl González Tuñón, César Tiempo; y a la vez, entra en el mundo de Baudelaire, Vallejo, Gorki, por nombrar algunos ‘vates’ de la literatura universal (...)


   Material de consulta e investigación:
- La Musa Mistonga. Julián Centeya. Editorial Freeland.
- El misterio del tango. Julián Centeya. Editorial Argentina Astral.
- La Musa del barro. Julián Centeya. Editorial Quetzal.
- El vaciadero. Julián Centeya. Editorial Domingo Cortizo.
- Porteñerias. Julián Centeya, Washington Sánchez. Editorial Freeland.
- Piel de palabra, La Musa Maleva y otros poemas inéditos. Julián Centeya. Editorial Torres Agüero.
- Julián Centeya, el poeta de las Musas reas. Norberto Galasso. Editorial Corregidor.
- El gran Troilo, Horacio Ferrer. Editorial Ediciones del soñador.
- Boletín Nº 20, Academia Porteña del Lunfardo. Roberto Selles.
- Archivos de audio, periódicos y revistas.

jueves, 16 de septiembre de 2010

LA POESÍA ES UN PÁJARO INATRAPABLE
















LA POESÍA ES UN PÁJARO INATRAPABLE



Donde quiera que estés, poesía
voy a obligarte a que me desarmes la sombra,
a que rompas de a uno
o si vos querés de a dos
todos mis fantasmas.

Como esa madrugada
en la que tocados por la Cruz del Sur
me llevaste de la manito hasta el barrio de mi madre,
me sentaste sobre un umbral de fuego
y señalando a la tierra, decías:

—Ves ese que pasa ahí, en túnica de viento
y lleva el Gualeguay al hombro
y tiene la carita como dos lunas;
Bueno… ese es, Juan L. Ortiz.

Y el que ves allá,
(al fondo de la esquina neblinosa)
y tambalea
con una canción desesperada en la mano
y el madero de Cristo en la otra.
¿Sabés quién es ese? Enrique Santos Discépolo.

Y aquel es César Vallejo
y allá están Benjamín Peret y Manuel J. Castilla
y la que relampaguea
como un foco de luciérnagas en la noche es Olga Orozco
y mirá que feliz se la ve a la señorita Alejandra Pizarnik
y ese otro es Roberto Santoro…

—¿Y vos quién sos? (le pregunté).

—shhhhhhh (me dijo).

Mientras se le caía del alma, la palabra:
inatrapable.



Matías Mauricio

domingo, 22 de agosto de 2010

PRESENTACION DEL LIBRO "BANDONEÓN BLINDADO"

GACETILLA DE PRENSA. Buenos Aires, 19 de agosto de 2010.




¿QUIÉN DIJO QUE NO HAY NUEVOS LETRISTAS DE TANGO?


El joven poeta y letrista de tango Matías Mauricio, presenta su libro de poesía y canciones "Bandoneón Blindado" que incluye las pinturas del artista plástico Martín Palottini y prólogo del poeta Alejandro Szwarcman. "Bandoneón Blindado" abre el juego de la nueva colección "Mandrágora Porteña" de Editorial Milena Caserola.
La presentación del mismo será el día jueves 26 de agosto 19Hs (puntual) en el "Salón de los Angelitos" Academia Nacional del Tango, Av. de Mayo 833.

CON ENTRADA LIBRE Y GRATUITA.
ACTUARAN: La Orquesta Típica Misteriosa Buenos Aires (de regreso de su exitosa gira Europea); El cantor Carlos Rossi acompañado por la guitarra de Edgardo Acuña; el pianista Andrés Pilar y la voz de Florencia Bernales (todos ellos interprenando tangos, valses, zambas y otras canciones que llevan letra del poeta Mauricio) junto a la exposición de las obras de Martín Palottini.



Visita:

www.myspace/matiasmauricio7

matiasmauricio7.blogspot.com

milenacaserola.blogspot.com

domingo, 4 de julio de 2010

Los diez mandamientos de la Poesía

Amigos/ Amigas: Qué no se ha dicho de la poesía... enjambres de libros intentaron tomarla del cuello, moldearla, clausurarla en el jaulón de la retórica, pero nunca le han podido lavar las sombras.

Eso sí, algunos le han "arrastrado el ala" y por decantación sabemos que esos -algunos- son los poetas, porque como dijo Aurevilly "Donde los historiadores se detienen sin saber ya nada, aparecen los poetas y adivinan" o la premonición de un tal Shakespeare que al abrir las aguas sentenció: "El poeta es un espía de Dios ".
Los invito entonces a jugar con las aproximaciones del enormísimo poeta mexicano Octavio Paz; me animo a llamarlas: "Los diez mandamientos de la Poesía".


Octavio Paz y los diez mandamientos de la poesía.

1.  El poema es inexplicable, no ininteligible.

2.  Las palabras entran por el oído, aparecen ante los ojos, desaparecen en la contemplación. Toda lectura de un poema tiende a provocar el silencio.

3.  La misión de la poesía es llorar y celebrar el mundo.

4.  No es poeta aquel que no ha sentido la tentación de destruir o crear otro lenguaje.

5.  Cada lector es otro poeta; cada poema, otro poema.

6.  Abierto o cerrado, el poema exige la abolición del poeta que lo escribe y el nacimiento del poeta que lo lee.

7.  Abrir el poema en busca de esto y encontrar aquello, siempre otra cosa.

8.  El poema debe provocar al lector: obligarlo a oír, a oírse.

9.  La actividad poética nace de la desesperación ante la impotencia de la palabra y culmina en el reconocimiento de la omnipotencia del silencio.

10. El autor debe callarse cuando su obra comienza a hablar.